sábado, 16 de mayo de 2009

Pantalla en blanco


Es la primera vez que me pasa, una especie de impotencia literal, tal vez por falta de motivación, por ahogo, por estar metido en un mismo lugar. Es la presión a escribir, de estar ocupado. Escribir es como contar, dar a conocer algo o expresar tus emociones, pero no siempre tienes algo que contar, pueden tus sentimientos estar obstruidos

Quiero escribir un poema, pero no tengo a quién dedicarlo.

Lo dejo ahí mejor.

Puedo contar que había acampado con unos amigos, ahí en lo más profundo de una “huerta”, protegidos solo por los árboles, por la oscuridad, a fumar nuestros primeros cigarros y tomarnos algunas copitas.

-Oe’ Raul ¿qué fue de Tati?

-Nada, de esa ni me hables, la última vez que la vi estaba con otro. Cuando yo me declaré me dijo que no quería tener enamorado ni nada y que no era porque no le gustaba esta con alguien.

-Jajaja, eso te dicen para que no te sientas mal.

-¿Por qué a mí?

-No te sientas mal, estamos entre amigos, y estamos para apoyarnos, pero eres bien feo, causa. Esa es tu realidad y no te sientas mal, te aceptamos como eres.

-No jodas webón, como si fueras lindo.

-Ta’ bien, pero al menos soy más lindo que tú.

Un silbido pasó penetrando nuestra barrera de oscuridad, un frío que cala hasta los huesos nos invadió y una luz blanca se apareció.

- Puta mare, no jodan ¿qué es eso?

-Entra rápido a la carpa, carajo.

Nunca pudimos explicar eso, al día siguiente Raúl cayó enfermo y estuvo muy mal varios días, pero eso fue por no saber combinar la comida y el trago. Puedo seguir con la historia pero se volvería aburrida.

Lo dejo ahí mejor.

Puedo escribir “érase una noche oscura tan oscura como la misma muerte, él sabía que lo seguían, tenía que escapar, tenía que huir de esa casa, el corazón le palpitaba a mil por hora, el sudor frío le recorría el cuerpo. Entró al único cuarto sin llave, se escondió bajo la cama, esperando, suplicando que él no apareciera, pero podía escuchar su respiración, podía susurrarle al oído. Vio las botas negras como la brea acercándose. Gritó, escapó, golpeó, mató, vio tendido el cuerpo inerte del encapuchado asesino en el suelo, nerviosamente salió del cuarto, corrió hacia la puerta y lo vio. Era él, acercándose con sus negras botas chirriantes. Atinó a dispararle la última bala de su revolver. No quiso ver, solo escucho el cuerpo cayendo. Subió por las escaleras de vuelta al cuarto y vio el cuerpo de su hermano Martín en el suelo. Quiso gritar, quiso llorar, pero no pudo, un nudo en la garganta se lo impedía, se acordó que podía escapar por la ventana del baño. Caminó lentamente, sabiendo que lo esperaría, acechando desde la oscuridad. Vio en el reflejo de la sangre una mano, el brazo de una chica y en su dedo tenía un anillo. Recordó también que su esposa la esperaba en la puerta antes de que él se apareciera, abrió la puerta del baño, su corazón no paraba de latir rápidamente, se sacó las botas, se mojó el rostro, levantó su pálida cara para verse en el espejo y lo vio, a él. A él.”

¿Y?

Lo dejo ahí mejor.

Puedo incursionar en el suspenso, pero no soy buen narrador. Tengo la mente nublada. No sé de qué escribir.

Pantalla en blanco, simplemente.

A nadie le importa.

o_O EmOvI O_o

1 comentarios:

Marju dijo...

pues a mi si me importa.....como q no tienes a kien dedicarle un poema?? O_o

falta de motivación....se como puedes recuperarla, si el problema...es salir..toma mi mano...te puedo llevar a sitios q nunca has ido...T.E.D. n_n

besotes....y no te pongas celoso...porq toos estan celosos por ti....xD