jueves, 3 de septiembre de 2009

Bebiendo ilusiones


Una nube de humo grisáceo nubla mi vista, un olor a humedad y ceniza anula mi sentido olfativo, comienzo a entrar en un trance casi hipnótico, siento un frio invernal, y de pronto, nada estaba ahí, sentado en ese rincón. Observando ese liquido tan parecido a jugo de lúcuma pero de sabor amargo, tome el ultimo sorbo que quedaba en el recipiente (me dijeron que tomara de un solo sorbo pero no pude), la luna iluminaba como un farol, se la podía ver reflejada en la laguna, tan hermosa, tan redonda, tan gris, tan cerca que hasta la podías tocar, estaba resignado a que nada pasaría, pero comencé a sentir que mi cuerpo y mi alma se alejaban, como si muriera, entre en pánico, no pensé sentir esa sensación pero una fuerza mas poderosa me atrajo hasta lo mas profundo de un abismo multicolor, me encontraba solo, desnudo y escapando, no se por que y de quien, solo esta ahí, corriendo a través de arboles y fango que me invitaban a entrar en un éxtasis mortal mientras canticos provenientes de lo mas profundo del bosque susurraban en mi oído, una gaviota paso sobre mi cabeza despeinándome a su paso, di la vuelta y me encontraba en una playa tan tranquila y desierta, una risita me saco de mi tranquilidad, era un niño, muy parecido a mi, abrasando a su padre, el mío, hace mucho que no lo veía, desde que falleció, una lagrima cruzo mi mejilla, cayendo en la blanca arena que al contacto se convirtió en un charco muy profundo, me encontraba cayendo dentro de un interminable agujero, rodeado de sapos, boas, lagartos, monos, gritando y girando en un circulo vicioso, cerré mis ojos y cuando los abrí pude ver a mis otros compañeros revolcándose y algunos inertes, frente a mi se encontraba un liquido acuoso y de varios colores, como si se tratase de petróleo visto a contraluz, una rama salió y me sujeto por atrás, jalándome a través del bosque hacia la laguna, un chispazo y una luz brillante invadió el lugar, me encontraba de pronto tirado en medio de un lodazal, un chico se me acercó y me pregunto si estaba bien, si el empujón no era muy fuerte, una pelota bolo por los aires y muchos gritos a mi alrededor, me puse de pie peor me apoye sobre un árbol, estaba fatigado, cansado, una hoja roso mi brazo y un rostro se dibujo en la corteza, quería gritar, huir, llorar, peor no podía, mis labios, fríos, estáticos, y mi cuerpo duro e inerte, un pájaro negro se poso sobre mi hombro, de su pico emanaba un humo verdusco, el rostro en el árbol entonaba canticos tranquilizadores, mientras una mano, una fuerza invisible trataba de jalarme hacia la oscuridad de lo desconocido, luche, patalee, y sentí como algo dentro de mi se retorcía, quería salir, quería liberarse, y lo deje salir, estaba tendido en el suelo de madera, sentía paz, como si todo lo malo de mi alma y de mi cuerpo, todo lo guardado, que nunca pude sacar, lo hubiera expulsado en la regurgitación, por fin era libre.
Paz

0 comentarios: