domingo, 7 de junio de 2009

pronunciamiento por los caidos en bagua



Demasiadas muertes, demasiada destrucción, demasiado dolor han coronado el fin de semana más trágico que haya experimentado la Amazonía peruana en lo que va del año, cuyo epicentro sangriento ha sido la ciudad de Bagua. Ante estas circunstancias, Diario de IQT tiene el imperativo moral de declarar lo siguiente:

1.- Lamentamos por igual las muertes de todos los hombres y mujeres caídos en Bagua. No pretendemos caer en el maquiavelismo de creer que hay mejores o peores fallecidos. La vida es una sola y quienes piensan que su disposición o valor se genera a través del peso, el color de la piel o su forma de vestir no solo tiene un velado desprecio por el pluralismo y la humanidad, sino también por un sentido mínimo de dignidad y honor, absolutamente reprobable.

2.- Condenamos el modo en que el gobierno condujo las operaciones de represión contra los huelguistas de Bagua. A pesar de que se habían creado las condiciones para que el diálogo llegara a un buen puerto entre los actores del conflicto, el ataque unilateral, abusivo y atentatorio contra los derechos humanos más elementales, no solo sorprenden sino motivan a la indignación. Los testimonios de agresiones a través de la fuerza bruta, mediante francotiradores o desde helicópteros son innumerables como para dejarlos de lado. Con este terrible y desastroso operativo, se ha consagrado el culto a la respuesta autoritaria más procaz y antidemocrática del Estado oficial contra la protesta ciudadana.

3.- Condenamos y deploramos, asimismo, la respuesta delictiva y criminal de algunos civiles alzados en Bagua contra las fuerzas policiales. Ningún motivo, incluso el más legítimo y válido, puede justificar el festín de vesania con que se ha torturado y asesinado a policías secuestrados, tomados como rehenes, quienes estaban en la zona de conflicto en estricto cumplimiento de su deber.

4.- Deploramos el pésimo modo con que el gobierno ha manejado las conversaciones para solucionar el conflicto. A veces con displicencias, otras con arrogancia injustificada, la más de las veces con evidente ignorancia, se han entrampado las conversaciones, se han creado media verdades, se ha buscado constantemente menospreciar la voz de los interlocutores amazónicos, considerándolos, además, como sublevados o subversivos y no necesariamente como testimonios de una gran propuesta articulada que demanda soluciones concretas a problemas ancestrales, que aún se postergan en nombre de intereses poco claros o lesivos contra la Amazonía.

5.- Lamentamos, además, las altivas y discriminadoras declaraciones del presidente Alan García, en el sentido de considerar que los ciudadanos indígenas no son “de primera clase” ¿Quiénes lo son, señor Presidente? ¿Quiénes tienen la dicha y la fortuna de ser considerados como tales por su exaltada opinión? ¿Son los ciudadanos amazónicos “perros del hortelano” solamente, creadores de una conspiración de proporciones para derribar su régimen? ¿Son los ciudadanos amazónicos gentes de segunda, mano de obra barata, habitantes de una galaxia lejana o de una dimensión desconocida? ¿Es la Amazonía para el gobierno un espacio marginal al cual no le interesa de ningún modo entender o fomentar su desarrollo?

6.- Denunciamos la indiferencia casi cómplice con que el Congreso de la República ha manejado la crisis amazónica. Su actitud obstruccionista, incluyendo de aquellos que fueron elegidos por voto popular para representar a la Amazonía, ha llevado a una situación insostenible.

7.- Alertamos por la manipulación ideológica con que algunos movimientos han empezado a generar ganancia particular con el dolor y la muerte. Este cuadro social desarticulado y deplorable no es una ficha más del tablero de ajedrez de una configuración electoral política o politiquera. Este es un drama real, en el cual el intento por capitalizar votos o prebendas es totalmente infame.

8.- Señalamos con firmeza por la constante desinformación y el desconocimiento de la clase intelectual y periodística nacional respecto de los grandes problemas amazónicos, que vienen arrastrándose por décadas, los cuales han sido incapaces de ser entendidos en su exacta dimensión. En la historia de la Amazonía ha habido más de algunas defecciones, varios acontecimientos olvidados, un espacio para la duda, otro para el desconocimiento y un gran archipiélago para el contrabando. De todas las derrotas que nos hemos infligido, aquella en que hemos perdido nuestro manejo del pasado y su comprensión es posiblemente una de las más duraderas y nefastas. El papel de la clase política e intelectual en este aspecto es vergonzoso.

9.- Demandamos por encima de todas las cosas, en medio de esta tragedia de incalculables consecuencia, que los dirigentes, analistas, formadores de opinión analicen el drama amazónico con realismo y sin prejuicios, no como un territorio inhóspito, exótico o abigarrado, sino como un espacio físico y espiritual que alberga la mayor extensión del país, la mayor reserva de flora y fauna, el más importante depósito de cosmovisiones, la más dinámica fuente de identidades culturales. La Amazonía no debe ser el territorio al cual vayan a morir todos los sueños de codicia, de colonialismo decimonónico, no puede ser un lugar en que los peruanos tengamos que matarnos entre nosotros, sino como una posibilidad concreta, valiosa, sustentable para el progreso y el desarrollo del Perú.

extraido de diario de iqt

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