viernes, 16 de enero de 2009

historia de pollos

todos recuerdan a su primera mascota, o al menos a la mas especial, tuve la suerte de vivir rodeado de animales, sin contar a mi hermano, perros, gatos, por montones, pollos, pero unos en especial, los recuerdo muy bien, una cajita llena de animalitos, unas pequeñas bolitas de color amarillo, revoloteando, saltando, con un interminable pio pio, cual canción de moda declamaran, una especie de sinfonía de pio pios, la sinfónica del piopo presenta: piopando en la selva, ja, esa imaginación de niño, la misma que me saco de tantos problemas, la misma que me hizo alejar ese día de esos pollos, por un juguete un simple juguete, no se como paso, ni de donde salió el gato, que desintegro a la “sinfónica”, solo se que uno solo uno sobrevivió, estaba ahí en un rincón, acurrucado, desahuciado, no pensé que sobreviviría, pero lo hizo, el tiempo paso, el cambio, transformo ese plumaje color “amarillo patito” en uno blanco con manchas mostaza, tenia suerte ese pollo, al menos por el momento, me mude de casa, fue el único animal que lleve, el tiempo paso, el creció asta convertirse en un gran gallo, un imponente animal, el macho alfa, el líder de una camada de `pollitos, no recuerdo bien el día, solo esos últimos momentos, sus ojos, esos grandes y melancólicos ojos, cual esferas de cristal reflejaban y asta casi podía ver y sentir a través de ellos ese dolor, esa angustia, como si vaticinara lo que iba a suceder, sabia que tarde o temprano sucederia, sabia que estaba predestinado a terminar así, pero me olvide, no me despedí, no de la manera como me hubiera gustado, no me gusta las “cursilerías” frente a mi familia, lo ultimo que vi fueron sus ojos, esos ojos que nunca podré olvidar, esos ojos, de dolor, de agonía, de muerte, tubo una buena vida, ya cumplió su ciclo, dijo mi madre, como si eso calmara en algo el dolor, solo asentí con la cabeza, ¿que mas quedaba?, tun tun tututu tun tun, en mi cabeza retumbaba unos tambores imaginarios, cual ejecución publica, aunque, en si eso era, ahí pasaba el gallo, al que lo vi crecer, el que sobrevivió a un ataque, el único que pudo, el que fue parte de una sinfónica en el ayer, una creada por mi loca cabeza de niño, pio y un profundo silencio, fue lo ultimo que escuche, el imponente y majestuoso animal, acabado, terminado como escabeche, que ingrato es el destino, que ingrata la vida, ese día no comí, un nudo en mi garganta me lo impedía, ese día soñé con un gran gallo.


o_O EmOvI O_o

3 comentarios:

El Chevere de la Selva dijo...

hey donde andas , no tengo noticias tuyas!

MUSMUKEANDO - FRANZ MAX dijo...

maldita buena historia!!! divertida!!! vale mil!!

hey hoy dia no fui a clases jijijijijiij!!

Anónimo dijo...

Me gusta tu historia. Tienes madera de escritor. Debes pulir tu ortografía antes de publicar. Good job!.